sábado, 18 de junio de 2011

"El corazón delator"

Acá dejamos una animación muy interesante de uno de los  cuentos  del genial Edgar A. Poe
Esperamos que la disfruten!!


Biografía deEdgar Allan Poe


Nació en Boston, el 19 de enero de 1809. Fue llamado Edgar, por sus padres, los actores, David Poe y Elizabeth Arnold. Su madre falleció de tuberculosis,
antes de que cumpliera la edad de tres años, y abandonado por su padre, fue adoptado por John y Frances Allan, quienes lo bautizaron como Edgar Allan Poe.
Estudió en Inglaterra, en el Manor House School, entre 1815 y 1820, fecha en que regresó a Estados Unidos, para comenzar su actividad literaria. Se incorporó a la academia militar de West Point para luego desempeñarse como editor.
En 1824 escribió un poema de dos líneas, considerado su más temprana producción, que no fue publicado hasta después de su muerte.
En 1827 se distanció de su padre adoptivo por causas económicas, ya que éste se negó a pagar sus deudas, ocasionadas por una vida de juegos y alcohol, abandonando los estudios, y publicando en Boston “Tamerlán y otros poemas”, bajo el seudónimo “El bostoniano”. En 1829, publicó en Baltimore, su segundo libro “Al Araaf, Tamerlán y otros pequeños poemas”.
En 1833, es galardonado con el premio de la revista Saturday Visiter de Baltimore, por su cuento “Manuscrito hallado en una botella”.
Contrajo enlace en 1836, con una niña de apenas trece años, prima suya, Virginia Clemm, con quien se instaló en Filadelfia. Virginia fallece de tuberculosis en 1847, y el autor canalizó su angustia en el alcohol lo que lo condujo a la locura.
Ya había escrito, en 1838, “Narración de Arthur Gordon Pym”, en 1840 “Cuentos de grotesco y arabesco” y sus dos obras maestras: “El escarabajo de oro” en 1843, consagrado con el primer premio en el concurso del Dollar Newspaper de Filadelfia, y “El cuervo” en 1845.
Luego de la muerte de su esposa, publica “Eureka, un poema en prosa, en 1848.
Conocido como el primer maestro del relato corto, y renovador de la novela gótica, como cuentista, se destacó por sus relatos fantásticos como “La caída de la Casa Usher”, “El corazón delator”, “El gato negro” y “William Wilson” y por sus temas de contenido detectivescos como “Los crímenes de la calle Morgue”, “el misterio de Marie Roget” y “la carta robada”.
Murió en un hospital de Baltimore, el 7 de octubre de 1849, cuando había decidido volver a casarse con el amor de su juventud, Sarah Elvira Shelton.
Libros:

viernes, 17 de junio de 2011

Análisis Del cuento "El Dragón" (Ray Bradbury)

Es un cuento escrito por Ray Bradbury, quien nace el 22 de agosto de 1920 en Illinois ( EEUU). Su forma preferida de escritura es el cuento, entre los cuales encontramos "El Dragón" que está incluido en "Remedio para Melancólicos". Entre otros de sus cuentos más célebres se encuentran "Las doradas manzanas del sol", "El hombre ilustrado" y "Cónicas marcianas".


El título es un sintagma nominal. El nombre ya nos adelanta que se trata de un cuento fantástico ya que el dragón es un ser mitológico inexistente.


Argumento


Es la historia de dos caballeros sentados alrededor de una fogata en un páramo donde el tiempo no es tiempo o parece no existir.Están a la espera de enfrentarse con el dragón que aterroriza a su pueblo desde siempre, espera que finalmente va a desencadenarse en el enfrentamiento tan temido y esperado. Es en este momento en donde el lector va a ser el único testigo del giro inesperado de la historia.


Temas



  • El tiempo inexistente del páramo.
  • El dragón en representación de la tecnología que puede llevar a la destrucción del hombre.
  • Almas perdidas.
Narrador y caracterización de los personajes

Es un narrador omnisciente en tercera persona, conoce hechos y pensamientos. Describe a los personajes a través de sus estados anímicos, como cuando dice "rostros despavoridos". No nos dice nada del aspecto físico de los caballeros, sólo nos describe su vestimenta ( armaduras).
El tren en este caso aparece como un personaje animizado a partir de la mirada de los caballeros, que lo caracterizan como un ser mitológico (dragón) y lo describen a partir de los comentarios de terceros, ya que hasta el momento no lo han visto ("...dicen que tiene ojos de fuego, aliento de gas blanquecino y que hecha rayos y azufre"). De los maquinistas no hay descripción alguna.

Espacio

El espacio físico en el que transcurre la historia es un páramo desértico, de escasa vegetación, circundado por cerros, es oscuro y frío.
El espacio temporal de la historia transcurre en una noche.

 Recursos

Encontramos en el cuento oraciones cortas y diálogos para dar agilidad al relato. El uso reiterado de la "v" podría estar sugiriendo la vibración que produce el paso del tren "...los muros de las torres se conmueven y vuelven al polvo..."(aliteración).
La narración tiene constantes subidas y bajadas, por momentos las oraciones se alargan y le dan mayor suspenso al relato. El nerviosismo de los personajes se ve reflejado en el uso de oraciones exclamativas, así también como la desesperación. Los puntos suspensivos retrasan la acción y mantienen la incertidumbre.
Las metáforas están representando el temor ante la espera y lo desconocido.
Existe un paralelismo en cuanto al punto de vista de los cuatro personajes, la resignación y la resistencia a creer lo que está sucediendo.
A lo largo del relato encontramos diversas oraciones que nos permiten ver la vacilación del personaje y nos hace pensar al igual que el personaje si está soñando o es real lo que le sucede "...que tierra de pesadillas..."
El relato es intenso, nos mantiene constantemente en suspenso, en la vacilación de creer si realmente están muertos y son almas atrapadas entre dos dimensiones, reviviendo constantemente la misma historia o si solamente están soñando.

Valoración

Es un relato de fácil lectura, que tiene la ventaja de ser corto y sin embargo emocionante. En esta narración podemos encontrar las características del relato fantástico muy bien trabajadas y definidas. Es un cuento que puede leer un lector en una etapa temprana de lectura o un lector avanzado. Tiene la facultad de mantenernos interesados durante todo el relato para lograr la sorpresa del lector con un final inesperado.


     
                                         Por: Pitonisa


El Dragón ( Ray Bradbury)

La noche soplaba en el escaso pasto del páramo. No había ningún otro movimiento. Desde hacía años, en el casco del cielo, inmenso y tenebroso, no volaba ningún pájaro. Tiempo atrás, se habían desmoronado algunos pedruscos convirtiéndose en polvo. Ahora, sólo la noche temblaba en el alma de los dos hombres, encorvados en el desierto, junto a la hoguera solitaria; la oscuridad les latía calladamente en las venas, les golpeaba silenciosamente en las muñecas yen las sienes.Las luces del fuego subían y bajaban por los rostros despavoridos y se volcaban en los ojos como jirones anaranjados. Cada uno de los hombres espiaba la respiración débil y fría y los parpadeos de lagarto del otro. Al fin, uno de ellos atizó el fuego con la espada.
-¡No, idiota, nos delatarás!
-¡Qué importa!- dijo el otro hombre-. El dragón puede olernos a kilómetros de distancia. Dios, hace frío. Quisiera estar en el castillo.
-Es la muerte, no el sueño, lo que buscamos...
-¿Por qué? ¿Por qué? ¡El dragón nunca entra en el pueblo!
-¡Cállate, tonto! Devora a los hombres que viajan solos desde nuestro pueblo al pueblo vecino.
-¡Que se los devore y que nos deje llegar a casa!
-¡Espera, escucha!
 Los dos hombres se quedaron quietos.
 Aguardaron largo tiempo, pero sólo sintieron el temblor nervioso de la piel de los caballos, como tamboriles de terciopelo negro que repicaban en las argollas de plata de los estribos, suavemente, suavemente.
-Ah...- el segundo hombre suspiró-. Qué tierra de pesadillas. Todo sucede aquí. Alguien apaga el Sol; es de noche. Y entonces, y entonces, ¡oh, Dios,escucha! Dicen que este dragón tiene ojos de fuego y un aliento de gas blanquecino; se le ve arder a través de los páramos oscuros. Corre echando rayos y azufre, quemando el pasto. Las ovejas aterradas, enloquecen y mueren. Las mujeres dan a luz criaturas monstruosas. La furia del dragón es tan inmensa que los muros de las torres se conmueven y vuelven al polvo. Las víctimas, a la salida del Sol, aparecen dispersas aquí y allá, sobre los cerros. ¿Cuántos caballeros,pregunto yo, habrán perseguido a este monstruo y habrán fracasado, como fracasaremos también nosotros?
-¡Suficiente, te digo!
-¡Más que suficiente! Aquí, en esta desolación, ni siquiera sé en que año estamos.
- Novecientos años después de Navidad.
-No, no- murmuró el segundo hombre con los ojos cerrados.- En este páramo no hay Tiempo, hay sólo Eternidad. Pienso a veces que si volviéramos atrás, el pueblo habría desaparecido, la gente no habría nacido todavía, las cosas estarían cambiadas, los castillos no tallados aún en las rocas, los maderos no cortados aúnen los bosques; no preguntes cómo sé; el páramo sabe y me lo dice. Y aquí estamos los dos, solos, en la comarca del dragón de fuego. ¡Que Dios nos ampare!
-¡Si tienes miedo, ponte tu armadura!
-¿Para qué? El dragón sale de la nada; no sabemos dónde vive. Se desvanecen la niebla; quién sabe a dónde va. Ay, vistamos nuestra armadura, moriremos ataviados.
 Enfundado a medias en el corselete de plata, el segundo hombre se detuvo y volvió la cabeza.
 En el extremo de la oscura campiña, henchido de noche y de nada, en el corazón mismo del páramo, sopló una ráfaga arrastrando ese polvo de los relojes que usaban polvo para contar el tiempo. En el corazón del viento nuevo había soles negros y un millón de hojas carbonizadas, caídas de un árbol otoñal, más allá del horizonte. Era un viento que fundía paisajes, modelaba los huesos como cera blanda, enturbiaba y espesaba la sangre, depositándola como barro en el cerebro.El viento era mil almas moribundas, siempre confusas y en tránsito, una bruma en una niebla de la oscuridad; y el sitio no era sitio para el hombre y no había año ni hora, sino sólo dos hombres en un vacío sin rostro de heladas súbitas,tempestades y truenos blancos que se movían por detrás de un cristal verde; el inmenso ventanal descendente, el relámpago. Una ráfaga de lluvia anegó la hierba; todo se desvaneció y no hubo más que un susurro sin aliento y los dos hombres que aguardaban a solas con su propio ardor, en un tiempo frío.
-Mira... -murmuró el primer hombre.- Oh, mira, allá...
 .A kilómetros de distancia, precipitándose, un cántico y un rugido: el dragón.Los hombres vistieron las armaduras y montaron los caballos en silencio. Un monstruoso ronquido quebró la medianoche desierta y el dragón, rugiendo, se acercó y se acercó todavía más. La deslumbrante mirilla amarilla apareció de pronto en lo alto de un cerro y, en seguida, desplegando un cuerpo oscuro, lejano,impreciso, pasó por encima del cerro y se hundió en un valle.
-¡Pronto!
 Espolearon las cabalgaduras hasta un claro.
-¡Pasará por aquí!
 Los guanteletes empuñaron las lanzas y las viseras cayeron sobre los ojos de los caballos.
-¡Señor!
-Sí; invoquemos su nombre.
En ese instante, el dragón rodeó un cerro. El monstruoso ojo ambarino se clavó en los hombres, iluminando las armaduras con destellos y resplandores bermejos.Hubo un terrible alarido quejumbroso y, con ímpetu demoledor, la bestia prosiguió su carrera.
-¡Dios misericordioso!
La lanza golpeó bajo el ojo amarillo sin párpado y el hombre voló por el aire. El dragón se le abalanzó, lo derribó, lo aplastó y el monstruo negro lanzó al otro jinete a unos treinta metros de distancia, contra la pared de una roca. Gimiendo,gimiendo siempre, el dragón pasó, vociferando, todo fuego alrededor y debajo: un sol rosado, amarillo, naranja, con plumones suaves de humo enceguecedor.
-¿Viste? -gritó una voz. -¿No te lo había dicho?
-¡Sí! ¡Sí! ¡Un caballero con armadura! ¡Lo atropellamos!
-¿Vas a detenerte?,Me detuve una vez; no encontré nada. No me gusta detenerme en este páramo.Me pone la carne de gallina. No sé que siento.
-Pero atropellamos algo.
El tren silbó un buen rato; el hombre no se movió.Una ráfaga de humo dividió la niebla.
-Llegaremos a Stokely a horario. Más carbón, ¿eh, Fred?
 Un nuevo silbido, que desprendió el rocío del cielo desierto. El tren nocturno, de fuego y furia, entró en un barranco, trepó por una ladera y se perdió a lo lejos sobre la tierra helada, hacia el norte, desapareciendo para siempre y dejando un humo negro y un vapor que pocos minutos después se disolvieron en el aire quieto.

En Remedios para melancólicos